
Acabamos de instalarnos y, la verdad, se ha hecho bastante tarde
y ya está oscureciendo afuera. El simple hecho de sacar todo el material es
agotador y si a eso le sumamos el largo y duro viaje creo que la jornada de hoy
terminará pronto. En breves iremos a dormir, aunque más de uno lo tendrá
difícil, realmente estamos muy ansiosos por lo que podamos descubrir sobre las
células NK.
Día 2
Creo que a pesar de
ser el primer día en lo que concierne a la investigación y, por tanto, el día
que menos resultados esperábamos obtener, las conclusiones de hoy respecto a
las células NK han sido realmente satisfactorias.
En un breve resumen
de la labor de hoy puedo decir que no esperábamos tales respuestas tan
prematuras de las células al someterlas a minúsculas descargas eléctricas. Cada
vez que recibían el pequeño voltaje, las células NK aumentaban
considerablemente su energía cinética e incluso en algunos casos, cuando dos de
ellas colisionaban entre sí bastantes veces, ambas fusionaban durante unos
pocos milisegundos su citoplasma. Lo más curioso de esta breve fusión es que,
cuando las dos bicapas lipídicas formaban una sola, existía un rápido
intercambio de información. ¿Qué información? ¿Con qué fin? ¿Puede esto
ocasionar mutaciones? Estas cuestiones son las que intentaremos resolver
mañana.
Día 3
Hemos tenido que
pausar la investigación durante un par de días debido a que tres personas de mi
equipo se han encontrado indispuestas. A pesar de ello, conseguimos aumentar el
voltaje de las descargas para que la energía remanente permaneciese más tiempo
en las células. Desafortunadamente para el trabajo, no hemos observado indicios
de alguna mutación. Y lo peor de todo es que las células NK que contienen
material genético ajeno mueren mucho antes que las que no. Creemos que se debe
a la falta de nutrientes. Esperemos que pasado mañana se aclaren todas nuestras
dudas.
Día 5
Creo que hemos
recuperado con creces el tiempo que perdimos ayer. Las tres personas que
enfermaron se han recuperado extrañamente rápido, pero no sólo eso, al menos yo
las encuentro un poco… diferentes, quiero decir, mucho más centradas en la investigación,
más calladas, como con una afinidad mucho mayor con los cultivos de células NK
del laboratorio.
Respecto al trabajo,
creemos en principio que sí, que son capaces de interactuar entre ellas algo
más allá que una simple fusión de lípidos. Hallamos en una cepa un grupo
reducido de células NK con deformaciones estructurales y, lo que ha dado
principalmente un enorme empujón a la investigación, un aumento masivo del
número de perforinas, o sea, unas enzimas que perforan la superficie celular de
sus objetivos cuando perciben que estos han sido infectados por virus.
Estoy ansioso por ver
los resultados de mañana.
Día 6
¡Han robado los
cultivos, alguien se los ha llevado del laboratorio! Pero creo que no será
difícil dar con el ladrón, todo apunta a los tres científicos que enfermaron…
Cuando todos fuimos a almorzar ellos tres se quedaron en el laboratorio
asegurando que no tenían apetito y que se quedarían observando a las células. Y
entonces al volver nadie estaba allí, ni las NK ni ellos. Hemos ido a sus
habitaciones y las tres están cerradas. Ahora mismo estamos buscando algo con
lo que abrir la cerradura. Al menos espero que tengan una buena excusa para
esto o de lo contrario les espera un viaje muy largo de vuelta a casa para
tomarse unas vacaciones permanentes.
Dia 7
Hace bastantes horas
que no escribo en el diario, pero creo que tengo una buena explicación. Esos
tres… ineptos han pasado de una enfermedad a otra… una enfermedad mental muy
grave diría yo. Tras lograr destrozar las cerraduras les vimos yacidos en sus
camas con toda la boca llena de restos de los cultivos. Resulta que se habían
encerrado con las NK para ingerir las que tenían abundancia de perforinas. Muy hábiles por su parte, ahora cualquier virus será aniquilado con muchísima más
rapidez de su organismo... Al menos han dejado algunas cepas para que podamos
seguir con la investigación, pero NO TOLERO que hayan echado a perder estos
seis días. Casi una semana perdida viviendo como ratas bajo tierra en
condiciones cuestionables para que ahora tres desquiciados psicóticos destruyan
el avance… Espero que hayan escarmentado con el enorme dolor gástrico que les
ha propiciado su singular tentempié.
Definitivamente algo
ha pasado… algo muy malo e impensable para alguien como yo que es tan
escéptico. Hemos creado con las células NK una nueva generación de hombres,
cierto… pero no creo que nadie quiera por voluntad propia convertirse en… eso.
Hemos cancelado la investigación, y quemado todas las anotaciones a excepción
de mi diario. Nos ha llevado tres días conseguir escapar de esa mazmorra
maldita bajo tierra. Lo que ha pasado allí no puede compararse ni a la peor
pesadilla de la persona más sádica del mundo. A los tres individuos que se
tragaron las dosis de células NK mutadas al cabo de 36 horas les empezaron a
salir pústulas en la piel para que escaso tiempo después comenzaran a tener una
especie de lepra. Pero lo raro viene ahora, lo más leve de esa enfermedad que
adquirieron no era la caída incomprensible de trozos de carne, lo peor de todo
era que se volvían hostiles hacia el resto de los compañeros comportándose como
auténticos depredadores. Para aclarar dudas, gastamos todos los suministros
armamentísticos contra ellos. Cuando conseguíamos matar a uno todas nuestras
esperanzas eran finiquitadas al verle levantarse y, para más gracia, si había un
intercambio considerable de fluidos, eran capaces de convertir a otros en esas
bestias leprosas. Al principio eran tres y nosotros siete, ahora sólo estamos
exentos de la infección tres… No mueren, parece que ignoran su carne, parece
como si ahora sí fueran realmente meras carcasas. Hemos solicitado que un
helicóptero venga a recogernos, tardará un día… Mientras tanto, creo que voy a
reflexionar sobre el asunto, y a rezar por que no descubran nuestro escondite.
Dos noticias buenas.
La primera es que por mucho que los huéspedes logren soportar las carnicerías a
las que sus pieles son sometidas llega un momento en el que, a causa de esa
especie de lepra, pierden toda la sangre de su cuerpo, desoxigenando
completamente los órganos vitales. Sin funcionamiento respiratorio ni nutritivo,
las células NK son neutralizadas. Tal vez por esa razón buscan presas tan
rápidamente, es una lucha contrarreloj por encontrar un nuevo cuerpo. La
segunda noticia, la mejor a mi parecer, es que he descubierto en el espécimen capturado
que la causa de la propagación no es técnicamente la célula NK propiamente
dicha. Las culpables de todo son las perforinas que tienen. La estructura de
estas perforinas no sigue la misma secuencia de aminoácidos que presenta una
perforina normal. Y, por consiguiente, esta nueva estructura, que a simple
vista es más estable, induce al resto de células NK a cambiar por completo
hasta transformarse en otra célula mutada.
Pongámonos serios. De
pequeño me apabullaba la idea de una guerra biológica y ahora yo provoco esto.
Y el premio a la hipocresía es para… ¡Óscar Martínez de la Sierra! Gracias,
gracias, todo un honor dotar a los humanos de un monstruo insaciable, espero
que os guste la carne porque os vais a abastecer de sobra…
Día 10

Dia 11
Indagando en algunos
papeles que no fueron destruidos y en las anotaciones de mi diario creo que las
células NK sufrieron algún cambio más que a primera vista con el microscopio no
se pudo detectar. Sospecho de algo, pero no puede ser posible, eso es digno de
una película de ciencia ficción… no creo que… las células hayan adquirido
conciencia propia… imposible.
Día 20
Ha pasado bastante
tiempo desde que no abro el diario, y ciertamente me pregunto por qué sigo
anotando cosas si la investigación ya cesó, no obstante hay algo que me sugiere
que siga escribiendo… La posible amenaza de una infección de pesadilla
desapareció hace cuatro días, suerte que se avisó inmediatamente a los cuerpos
militares y se pacificó la zona. Cero contagiados, cero células, amenaza cero.
A pesar de ello, esto no puede salir de aquí. Nadie que no sea del CNI puede
conocer la posibilidad de dotar de una “nueva” vida a las natural killer,
parece que no les gustamos mucho si nos utilizan como marionetas para
masacrarnos los unos a los otros. Hay que sellar este funesto episodio de la
historia de la humanidad. Por mi parte creo que me tomaré unas vacaciones… ha
hecho mucha mella en mí eso de ver morir a todos mis compañeros… mis camaradas
de laboratorio… mis amigos… asesinados de formas horripilantes a la par que sus
carnes se descolgaban al igual que músculos y tendones, goterones de sangre y
de pus, cuanta coagulación… cuanta… muerte…
Día 21
Algo ha sucedido. No…algo
no marcha bien. Los alrededores están empezando a agitarse intentando ocultar
algo. Puede que sea otra amenaza, pero presiento que algo demasiado grave
ocurre. Esterilizaron la zona, aunque eso no quita la posibilidad de que alguna
célula sobreviviese a ello. Imposible, imposible… una cosa es mejorar su eficacia frente a virus pero hacerlas más resistentes… ¡imposible! A menos que…
¿por qué los contagiados perdían su carne? Tal vez esa era la fuente de
alimentación de las nuevas NK. Pero las mutaciones son mera aleatoriedad y
sería improbable que se adaptaran a las nuevas condiciones del entorno.
Improbable… no imposible.
Día 33
Definitivamente
algunas células resistieron la pacificación. Averiguarlo fue tarea fácil cuando
uno de los agentes que vino en el helicóptero que me rescató comenzó a
comportarse exactamente igual de extraño que mis difuntos compañeros. Primero
mutismo, luego aislamiento, y entonces, cuando supongo que la proliferación
alcanza una zona crítica del sistema nervioso central, la piel empezó a caerse
a tiras mientras, con su boca llena de la sangre que brotaba de sus labios
mordidos, buscaba víctimas a las que contagiar y/o despedazar.
Estando protegido en
las oficinas del CNI supuse que un demente como tal no sería un objetivo difícil de
exterminar. Me equivoqué por completo. Santa ciencia, así como nuestro
armamento no pudo con los tres contagiados, este anfitrión enloquecido ignoró
por completo todas aquellas balas y cuchilladas que su pútrida piel recibía. Ni
la adrenalina más efectiva o el anestésico más eficaz sería capaz de evitar que
el cuerpo no cediese ante semejantes dolores. He ahí la prueba de que realmente
he creado unas NK que hacen honor a su nombre. Ahora mismo esto sería mejor si
fuera un simple virus, al menos el sistema inmunitario pondría de su parte,
pero siendo las propias células defensivas del organismo… Debo hallar una
solución rápida para detener este apocalipsis biológico. Por suerte algunos
agentes consiguieron aislar una sala donde se encuentran ahora mismo encerrados
todos los contagiados. Y mejor aún, alguien logró reducir a uno de ellos y me
van a dejar investigarle. Solamente es cuestión de días que esto acabe. Estoy
convencido de ello.
Día 34

Ahora sólo nos queda
encontrar los niveles exactos de pH y/o temperatura para tan sólo alterar la
funcionalidad de estas nuevas perforinas. Si logramos esto sólo tendremos que
esperar a que estos pocos contagiados pierdan en su totalidad sus carnes
caducas.
Día 35
Me parece que alguien
más se ha contagiado, bueno más bien algunos más… bastantes. Les recomendé que
se pusieran mascarillas y guantes. Aún no sé el medio de propagación, incluso
podrían llegar a adherirse a los globos oculares a través del aire. Cualquier
palabra escupida de uno de ellos puede lanzarte una bomba macabra de asesinos
microscópicos.
He de darme prisa.
Van por la segunda fase y aún no son agresivos. Puede que si me doy prisa con
la cura consiga salvarlos. No hay camino seguro al exterior y tampoco querría
huir dejando al libre albedrío esta pesadilla celular. El capitán se hunde con
su barco. Tiempo… sólo pido tiempo.
Día 38
No he conseguido dar
aún con el nivel exacto de temperatura aunque sí he conseguido saber que la
eficiencia de las perforinas se reduce con bajas temperaturas.
Afortunadamente logramos enfriar la
habitación y creo que está dando resultado. Los nuevos contagiados permanecen
en la fase dos, aunque por seguridad han sido encerrados. Nos estamos quedando
sin víveres y no nos atrevemos a salir donde los cadáveres. Si las células NK
sobrevivieron al bombardeo de isotopos también cabe la probabilidad de que la
mutación haya empeorado y ahora se hayan adaptado a la podredumbre de sus
víctimas.
Estoy empezando a aborrecer
la inmunología…
Día 40
Esto no mejora. Cada
paso que doy hacia la solución son dos pasos hacia la fatalidad. Uno de los
nuestros, probablemente contagiado, ha cortado la luz y ahora hace un calor
realmente sofocante, el paraíso de la perforinas. Me he aislado en una sala
blindada, ya no puedo confiar en nadie… Los presos rompieron la puerta con una
fuerza sobrehumana. Lanzaban sus propios trozos de carne a los demás para
embadurnarlos con esa sangre maldita. Lo que antes era blanco ahora se tiñó de
rojo carmesí… Mientras se abalanzaban contra sus compañeros de antaño yo
conseguí escapar de la matanza. Cerré la puerta y me acurruqué en un rincón
intentando ignorar los gritos de terror y agonía. Cada generación nueva de
células NK mutadas es más sádica que su antecesora. Los propios sonidos de la
carne y las vísceras al impactar contra las superficies llegaban a mis oídos
inundándome en una pesadilla viviente. Por primera vez RECÉ para que algo
solventara esto…
Creo que esos condenados
son capaces de olerme, al menos de notar mi miedo. Algunos golpean la puerta y
estoy realmente aterrorizado. Cada golpe atronador, cada abolladura de la
puerta, cada rugido o cada goteo de sangre me pone los pelos de punta y un frío
visceral recorre mi médula vaticinando un final propio que emule a ellos. Si mi
muerte provoca la salvación del resto de humanos, por favor, que así sea.
Ya no puedo pensar,
no puedo investigar, no soy capaz de crear la cura, estoy bloqueado, estoy
condenado… contagiado sin estarlo.
Día 41
Horror. Al
despertarme, los gritos del otro lado pararon y creo saber la razón. Ya circulan
en mí esas malditas NK. Esta mañana noté un molesto picor en mi brazo. Una de
las veces que me rasqué sentí cómo un poco de líquido se impregnaba en mis
uñas. Era sangre, era una herida. Si esa herida me la hice antes de cerrar la
puerta es muy posible que el aire diera mi sentencia de muerte. Y todo apunta a
ello. Todo indica que pereceré de la misma forma que los demás. Nunca me
replanteé si me daba miedo morir. Ahora lo veo todo tan claro y a la vez tan
oscuro. ¿Miedo? No diría eso. Lo que siento no lo sé ni yo… Quizás paz.
Lo único que puedo
hacer ahora por la humanidad mientras espero al de la guadaña es anotar todos
los síntomas que tenga en esta transformación. Puede que alguien lea esto y
aniquile el contagio. O puede que esté escribiendo en vano. Ni la más mínima
idea de qué hacer…
Día 44
Tres días llevo. No siento
nada y no puedo comprobar mi mutismo en un entorno con una sociedad muerta. No
obstante, algo me dice que el proceso sigue en marcha y estas malditas
bastardas siguen lavando el cerebro a sus vecinas sanas. Si leéis estas líneas
desde mis ojos espero que disfrutéis de vuestro último festín. No saldréis de
este cuerpo, mis queridos descomponedores roerán todo mi ser para que ni el
aire pueda llevaros a un nuevo restaurante viviente.
Día 45
Tengo una idea de una
sola jugada, o todo o nada. Si lo consigo anularé las perforinas de mi cuerpo,
pero si no cumplo mi cometido seguirán campando a sus anchas. He encontrado restos
de un ácido que estaba embotellado en un viejo armario. Si con un pH bajo las
perforinas se anulan conseguiré pausar para siempre el contagio. Esto me
llevará a la muerte, pero no me queda otra opción. Aunque visto el panorama
últimamente mi escepticismo está por los suelos. A lo mejor incluso mañana
vuelvo a escribir en el diario. Qui lo sa?
Día 46
Increíble… Están
jugando conmigo. Caí envuelto en un inmenso dolor tras inyectarme en la sangre
el ácido. NOTÉ MI PROPIO CORAZÓN PARARSE Y AÚN SIGUE SIN PALPITAR. Y a pesar de
ello… aquí estoy. Supongo que llegué tarde… ya no soy dueño de mi cuerpo a
excepción de mi mano izquierda, mi mano de escritura… No comprendo nada, me
siento bien, quizás con un poco de fiebre… y bueno, con un corazón parado…
La herida ya
cicatrizó. Definitivamente ya han proliferado haciéndose con la mayoría de mi
cuerpo. Mi cerebro lucha como un héroe. A ratos lo noto, la locura, el
sinsentido, siento como una oscuridad incomprensible me abarca en su totalidad,
me ciego, me paralizo. Sí, ciertamente sí he tenido síntomas pero me los han
ocultado. Como un siamés mental, como un tumor consciente. Oh, si lo viera
algún psicólogo… afirmaría mi locura cuando es sólo que un trocito de mí se
quiere hacer con el todo.
Ya… las ganas de
escribir… mi musa… Eureka… todo se difumina… Olvido… Hambre.
Día 47
¡Los primeros trozos
de carne empiezan a desprenderse! Fascinante. Había un jirón de piel que se
resistía pero de un buen tirón he conseguido arrancarlo. Una pena que de camino
me haya destrozado un par de costillas, no importa, tengo de sobra de esos
huesos.
No sé si llorar o
reír. Uno de los pioneros en esta enfermedad. ¡Inmortalizado en la historia! ¿Y
si soy lo opuesto a Dios? Bueno, se suponía que no creía en seres mitológicos,
pero es que yo voy a ser un propio mito, el destructor de la vida humana, vaya…

Debería parar…
estoy empezando a leer palabras que mi mente no recuerda haber procesado.
Pierdo el control, aliento a aliento, gota a gota, piel a piel…
Día 49
Mañana es mi
cumpleaños. ¿Qué me regalarán? Espero que algo de comer, tengo hambre. No me
abren la puerta, qué maleducados. Se están ganando una buena dentellada en la
garganta.
Día 50
Lo siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario