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Lamento del día

Mientras que yo soy un ciego que ha aceptado su propia invidencia, tú eres uno que aún cree que simplemente tiene una venda tapándole los ojos.

jueves, 25 de octubre de 2012

Natural killer

Día 1

Nuestro equipo ha viajado a una zona totalmente aislada del mundo exterior, no sé con seguridad cuánto hemos tardado en llegar, pero lo que puedo afirmar es que, al menos, no nos encontramos en la superficie terrestre, no, estamos en alguna cámara subterránea, en algún laboratorio bioquímico abandonado. ¿La razón de estar aquí? Si logramos nuestro cometido marcaremos el comienzo de una nueva etapa de la humanidad. Todo depende de la eficacia de nuestro organismo frente a un aumento masivo de unas células famosas dentro del campo de la inmunología, células cuyo nombre puede sorprender, pero si se indaga en su funcionamiento puedes maravillarte, unas células que son imprescindibles en el sistema inmunitario, el as de una baraja, las células NK, las natural killer.

Acabamos de instalarnos y, la verdad, se ha hecho bastante tarde y ya está oscureciendo afuera. El simple hecho de sacar todo el material es agotador y si a eso le sumamos el largo y duro viaje creo que la jornada de hoy terminará pronto. En breves iremos a dormir, aunque más de uno lo tendrá difícil, realmente estamos muy ansiosos por lo que podamos descubrir sobre las células NK.

Día 2

Creo que a pesar de ser el primer día en lo que concierne a la investigación y, por tanto, el día que menos resultados esperábamos obtener, las conclusiones de hoy respecto a las células NK han sido realmente satisfactorias.

En un breve resumen de la labor de hoy puedo decir que no esperábamos tales respuestas tan prematuras de las células al someterlas a minúsculas descargas eléctricas. Cada vez que recibían el pequeño voltaje, las células NK aumentaban considerablemente su energía cinética e incluso en algunos casos, cuando dos de ellas colisionaban entre sí bastantes veces, ambas fusionaban durante unos pocos milisegundos su citoplasma. Lo más curioso de esta breve fusión es que, cuando las dos bicapas lipídicas formaban una sola, existía un rápido intercambio de información. ¿Qué información? ¿Con qué fin? ¿Puede esto ocasionar mutaciones? Estas cuestiones son las que intentaremos resolver mañana.

Día 3

Hemos tenido que pausar la investigación durante un par de días debido a que tres personas de mi equipo se han encontrado indispuestas. A pesar de ello, conseguimos aumentar el voltaje de las descargas para que la energía remanente permaneciese más tiempo en las células. Desafortunadamente para el trabajo, no hemos observado indicios de alguna mutación. Y lo peor de todo es que las células NK que contienen material genético ajeno mueren mucho antes que las que no. Creemos que se debe a la falta de nutrientes. Esperemos que pasado mañana se aclaren todas nuestras dudas.

Día 5

Creo que hemos recuperado con creces el tiempo que perdimos ayer. Las tres personas que enfermaron se han recuperado extrañamente rápido, pero no sólo eso, al menos yo las encuentro un poco… diferentes, quiero decir, mucho más centradas en la investigación, más calladas, como con una afinidad mucho mayor con los cultivos de células NK del laboratorio.

Respecto al trabajo, creemos en principio que sí, que son capaces de interactuar entre ellas algo más allá que una simple fusión de lípidos. Hallamos en una cepa un grupo reducido de células NK con deformaciones estructurales y, lo que ha dado principalmente un enorme empujón a la investigación, un aumento masivo del número de perforinas, o sea, unas enzimas que perforan la superficie celular de sus objetivos cuando perciben que estos han sido infectados por virus.

Estoy ansioso por ver los resultados de mañana.

Día 6

¡Han robado los cultivos, alguien se los ha llevado del laboratorio! Pero creo que no será difícil dar con el ladrón, todo apunta a los tres científicos que enfermaron… Cuando todos fuimos a almorzar ellos tres se quedaron en el laboratorio asegurando que no tenían apetito y que se quedarían observando a las células. Y entonces al volver nadie estaba allí, ni las NK ni ellos. Hemos ido a sus habitaciones y las tres están cerradas. Ahora mismo estamos buscando algo con lo que abrir la cerradura. Al menos espero que tengan una buena excusa para esto o de lo contrario les espera un viaje muy largo de vuelta a casa para tomarse unas vacaciones permanentes.

Dia 7

Hace bastantes horas que no escribo en el diario, pero creo que tengo una buena explicación. Esos tres… ineptos han pasado de una enfermedad a otra… una enfermedad mental muy grave diría yo. Tras lograr destrozar las cerraduras les vimos yacidos en sus camas con toda la boca llena de restos de los cultivos. Resulta que se habían encerrado con las NK para ingerir las que tenían abundancia de perforinas. Muy hábiles por su parte, ahora cualquier virus será aniquilado con muchísima más rapidez de su organismo... Al menos han dejado algunas cepas para que podamos seguir con la investigación, pero NO TOLERO que hayan echado a perder estos seis días. Casi una semana perdida viviendo como ratas bajo tierra en condiciones cuestionables para que ahora tres desquiciados psicóticos destruyan el avance… Espero que hayan escarmentado con el enorme dolor gástrico que les ha propiciado su singular tentempié. 


Día 10

Definitivamente algo ha pasado… algo muy malo e impensable para alguien como yo que es tan escéptico. Hemos creado con las células NK una nueva generación de hombres, cierto… pero no creo que nadie quiera por voluntad propia convertirse en… eso. Hemos cancelado la investigación, y quemado todas las anotaciones a excepción de mi diario. Nos ha llevado tres días conseguir escapar de esa mazmorra maldita bajo tierra. Lo que ha pasado allí no puede compararse ni a la peor pesadilla de la persona más sádica del mundo. A los tres individuos que se tragaron las dosis de células NK mutadas al cabo de 36 horas les empezaron a salir pústulas en la piel para que escaso tiempo después comenzaran a tener una especie de lepra. Pero lo raro viene ahora, lo más leve de esa enfermedad que adquirieron no era la caída incomprensible de trozos de carne, lo peor de todo era que se volvían hostiles hacia el resto de los compañeros comportándose como auténticos depredadores. Para aclarar dudas, gastamos todos los suministros armamentísticos contra ellos. Cuando conseguíamos matar a uno todas nuestras esperanzas eran finiquitadas al verle levantarse y, para más gracia, si había un intercambio considerable de fluidos, eran capaces de convertir a otros en esas bestias leprosas. Al principio eran tres y nosotros siete, ahora sólo estamos exentos de la infección tres… No mueren, parece que ignoran su carne, parece como si ahora sí fueran realmente meras carcasas. Hemos solicitado que un helicóptero venga a recogernos, tardará un día… Mientras tanto, creo que voy a reflexionar sobre el asunto, y a rezar por que no descubran nuestro escondite.

Dia 11

Indagando en algunos papeles que no fueron destruidos y en las anotaciones de mi diario creo que las células NK sufrieron algún cambio más que a primera vista con el microscopio no se pudo detectar. Sospecho de algo, pero no puede ser posible, eso es digno de una película de ciencia ficción… no creo que… las células hayan adquirido conciencia propia… imposible.

Día 20

Ha pasado bastante tiempo desde que no abro el diario, y ciertamente me pregunto por qué sigo anotando cosas si la investigación ya cesó, no obstante hay algo que me sugiere que siga escribiendo… La posible amenaza de una infección de pesadilla desapareció hace cuatro días, suerte que se avisó inmediatamente a los cuerpos militares y se pacificó la zona. Cero contagiados, cero células, amenaza cero. A pesar de ello, esto no puede salir de aquí. Nadie que no sea del CNI puede conocer la posibilidad de dotar de una “nueva” vida a las natural killer, parece que no les gustamos mucho si nos utilizan como marionetas para masacrarnos los unos a los otros. Hay que sellar este funesto episodio de la historia de la humanidad. Por mi parte creo que me tomaré unas vacaciones… ha hecho mucha mella en mí eso de ver morir a todos mis compañeros… mis camaradas de laboratorio… mis amigos… asesinados de formas horripilantes a la par que sus carnes se descolgaban al igual que músculos y tendones, goterones de sangre y de pus, cuanta coagulación… cuanta… muerte…

Día 21

Algo ha sucedido. No…algo no marcha bien. Los alrededores están empezando a agitarse intentando ocultar algo. Puede que sea otra amenaza, pero presiento que algo demasiado grave ocurre. Esterilizaron la zona, aunque eso no quita la posibilidad de que alguna célula sobreviviese a ello. Imposible, imposible… una cosa es mejorar su eficacia frente a virus pero hacerlas más resistentes… ¡imposible! A menos que… ¿por qué los contagiados perdían su carne? Tal vez esa era la fuente de alimentación de las nuevas NK. Pero las mutaciones son mera aleatoriedad y sería improbable que se adaptaran a las nuevas condiciones del entorno. Improbable… no imposible.

Día 33

Definitivamente algunas células resistieron la pacificación. Averiguarlo fue tarea fácil cuando uno de los agentes que vino en el helicóptero que me rescató comenzó a comportarse exactamente igual de extraño que mis difuntos compañeros. Primero mutismo, luego aislamiento, y entonces, cuando supongo que la proliferación alcanza una zona crítica del sistema nervioso central, la piel empezó a caerse a tiras mientras, con su boca llena de la sangre que brotaba de sus labios mordidos, buscaba víctimas a las que contagiar y/o despedazar.

Estando protegido en las oficinas del CNI supuse que un demente como tal no sería un objetivo difícil de exterminar. Me equivoqué por completo. Santa ciencia, así como nuestro armamento no pudo con los tres contagiados, este anfitrión enloquecido ignoró por completo todas aquellas balas y cuchilladas que su pútrida piel recibía. Ni la adrenalina más efectiva o el anestésico más eficaz sería capaz de evitar que el cuerpo no cediese ante semejantes dolores. He ahí la prueba de que realmente he creado unas NK que hacen honor a su nombre. Ahora mismo esto sería mejor si fuera un simple virus, al menos el sistema inmunitario pondría de su parte, pero siendo las propias células defensivas del organismo… Debo hallar una solución rápida para detener este apocalipsis biológico. Por suerte algunos agentes consiguieron aislar una sala donde se encuentran ahora mismo encerrados todos los contagiados. Y mejor aún, alguien logró reducir a uno de ellos y me van a dejar investigarle. Solamente es cuestión de días que esto acabe. Estoy convencido de ello.

Día 34

Dos noticias buenas. La primera es que por mucho que los huéspedes logren soportar las carnicerías a las que sus pieles son sometidas llega un momento en el que, a causa de esa especie de lepra, pierden toda la sangre de su cuerpo, desoxigenando completamente los órganos vitales. Sin funcionamiento respiratorio ni nutritivo, las células NK son neutralizadas. Tal vez por esa razón buscan presas tan rápidamente, es una lucha contrarreloj por encontrar un nuevo cuerpo. La segunda noticia, la mejor a mi parecer, es que he descubierto en el espécimen capturado que la causa de la propagación no es técnicamente la célula NK propiamente dicha. Las culpables de todo son las perforinas que tienen. La estructura de estas perforinas no sigue la misma secuencia de aminoácidos que presenta una perforina normal. Y, por consiguiente, esta nueva estructura, que a simple vista es más estable, induce al resto de células NK a cambiar por completo hasta transformarse en otra célula mutada.

Ahora sólo nos queda encontrar los niveles exactos de pH y/o temperatura para tan sólo alterar la funcionalidad de estas nuevas perforinas. Si logramos esto sólo tendremos que esperar a que estos pocos contagiados pierdan en su totalidad sus carnes caducas.

Día 35

Me parece que alguien más se ha contagiado, bueno más bien algunos más… bastantes. Les recomendé que se pusieran mascarillas y guantes. Aún no sé el medio de propagación, incluso podrían llegar a adherirse a los globos oculares a través del aire. Cualquier palabra escupida de uno de ellos puede lanzarte una bomba macabra de asesinos microscópicos.

He de darme prisa. Van por la segunda fase y aún no son agresivos. Puede que si me doy prisa con la cura consiga salvarlos. No hay camino seguro al exterior y tampoco querría huir dejando al libre albedrío esta pesadilla celular. El capitán se hunde con su barco. Tiempo… sólo pido tiempo.

Día 38

No he conseguido dar aún con el nivel exacto de temperatura aunque sí he conseguido saber que la eficiencia de las perforinas se reduce con bajas temperaturas. Afortunadamente  logramos enfriar la habitación y creo que está dando resultado. Los nuevos contagiados permanecen en la fase dos, aunque por seguridad han sido encerrados. Nos estamos quedando sin víveres y no nos atrevemos a salir donde los cadáveres. Si las células NK sobrevivieron al bombardeo de isotopos también cabe la probabilidad de que la mutación haya empeorado y ahora se hayan adaptado a la podredumbre de sus víctimas.

Estoy empezando a aborrecer la inmunología…

Día 40

Esto no mejora. Cada paso que doy hacia la solución son dos pasos hacia la fatalidad. Uno de los nuestros, probablemente contagiado, ha cortado la luz y ahora hace un calor realmente sofocante, el paraíso de la perforinas. Me he aislado en una sala blindada, ya no puedo confiar en nadie… Los presos rompieron la puerta con una fuerza sobrehumana. Lanzaban sus propios trozos de carne a los demás para embadurnarlos con esa sangre maldita. Lo que antes era blanco ahora se tiñó de rojo carmesí… Mientras se abalanzaban contra sus compañeros de antaño yo conseguí escapar de la matanza. Cerré la puerta y me acurruqué en un rincón intentando ignorar los gritos de terror y agonía. Cada generación nueva de células NK mutadas es más sádica que su antecesora. Los propios sonidos de la carne y las vísceras al impactar contra las superficies llegaban a mis oídos inundándome en una pesadilla viviente. Por primera vez RECÉ para que algo solventara esto…

Creo que esos condenados son capaces de olerme, al menos de notar mi miedo. Algunos golpean la puerta y estoy realmente aterrorizado. Cada golpe atronador, cada abolladura de la puerta, cada rugido o cada goteo de sangre me pone los pelos de punta y un frío visceral recorre mi médula vaticinando un final propio que emule a ellos. Si mi muerte provoca la salvación del resto de humanos, por favor, que así sea.

Ya no puedo pensar, no puedo investigar, no soy capaz de crear la cura, estoy bloqueado, estoy condenado… contagiado sin estarlo.

Día 41

Horror. Al despertarme, los gritos del otro lado pararon y creo saber la razón. Ya circulan en mí esas malditas NK. Esta mañana noté un molesto picor en mi brazo. Una de las veces que me rasqué sentí cómo un poco de líquido se impregnaba en mis uñas. Era sangre, era una herida. Si esa herida me la hice antes de cerrar la puerta es muy posible que el aire diera mi sentencia de muerte. Y todo apunta a ello. Todo indica que pereceré de la misma forma que los demás. Nunca me replanteé si me daba miedo morir. Ahora lo veo todo tan claro y a la vez tan oscuro. ¿Miedo? No diría eso. Lo que siento no lo sé ni yo… Quizás paz.

Lo único que puedo hacer ahora por la humanidad mientras espero al de la guadaña es anotar todos los síntomas que tenga en esta transformación. Puede que alguien lea esto y aniquile el contagio. O puede que esté escribiendo en vano. Ni la más mínima idea de qué hacer…

Día 44

Tres días llevo. No siento nada y no puedo comprobar mi mutismo en un entorno con una sociedad muerta. No obstante, algo me dice que el proceso sigue en marcha y estas malditas bastardas siguen lavando el cerebro a sus vecinas sanas. Si leéis estas líneas desde mis ojos espero que disfrutéis de vuestro último festín. No saldréis de este cuerpo, mis queridos descomponedores roerán todo mi ser para que ni el aire pueda llevaros a un nuevo restaurante viviente.

Día 45

Tengo una idea de una sola jugada, o todo o nada. Si lo consigo anularé las perforinas de mi cuerpo, pero si no cumplo mi cometido seguirán campando a sus anchas. He encontrado restos de un ácido que estaba embotellado en un viejo armario. Si con un pH bajo las perforinas se anulan conseguiré pausar para siempre el contagio. Esto me llevará a la muerte, pero no me queda otra opción. Aunque visto el panorama últimamente mi escepticismo está por los suelos. A lo mejor incluso mañana vuelvo a escribir en el diario. Qui lo sa?

Día 46

Increíble… Están jugando conmigo. Caí envuelto en un inmenso dolor tras inyectarme en la sangre el ácido. NOTÉ MI PROPIO CORAZÓN PARARSE Y AÚN SIGUE SIN PALPITAR. Y a pesar de ello… aquí estoy. Supongo que llegué tarde… ya no soy dueño de mi cuerpo a excepción de mi mano izquierda, mi mano de escritura… No comprendo nada, me siento bien, quizás con un poco de fiebre… y bueno, con un corazón parado…

La herida ya cicatrizó. Definitivamente ya han proliferado haciéndose con la mayoría de mi cuerpo. Mi cerebro lucha como un héroe. A ratos lo noto, la locura, el sinsentido, siento como una oscuridad incomprensible me abarca en su totalidad, me ciego, me paralizo. Sí, ciertamente sí he tenido síntomas pero me los han ocultado. Como un siamés mental, como un tumor consciente. Oh, si lo viera algún psicólogo… afirmaría mi locura cuando es sólo que un trocito de mí se quiere hacer con el todo.
Ya… las ganas de escribir… mi musa… Eureka… todo se difumina… Olvido… Hambre.

Día 47

¡Los primeros trozos de carne empiezan a desprenderse! Fascinante. Había un jirón de piel que se resistía pero de un buen tirón he conseguido arrancarlo. Una pena que de camino me haya destrozado un par de costillas, no importa, tengo de sobra de esos huesos.

No sé si llorar o reír. Uno de los pioneros en esta enfermedad. ¡Inmortalizado en la historia! ¿Y si soy lo opuesto a Dios? Bueno, se suponía que no creía en seres mitológicos, pero es que yo voy a ser un propio mito, el destructor de la vida humana, vaya…

Pongámonos serios. De pequeño me apabullaba la idea de una guerra biológica y ahora yo provoco esto. Y el premio a la hipocresía es para… ¡Óscar Martínez de la Sierra! Gracias, gracias, todo un honor dotar a los humanos de un monstruo insaciable, espero que os guste la carne porque os vais a abastecer de sobra…

Debería parar… estoy empezando a leer palabras que mi mente no recuerda haber procesado. Pierdo el control, aliento a aliento, gota a gota, piel a piel…

Día 49

Mañana es mi cumpleaños. ¿Qué me regalarán? Espero que algo de comer, tengo hambre. No me abren la puerta, qué maleducados. Se están ganando una buena dentellada en la garganta.

Día 50

Lo siento.

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