
Con él ya ves el mundo de una forma distinta y te consideras
el descubridor de la nueva realidad, el único ser humano que se ha percatado de
que hemos vivido engañados. Te sientes un héroe, el que tiene en sus manos el
poder de la salvación de sus prójimos… Una lástima que todo esto sea un
escenario imaginario y sigas siendo la misma persona cuya existencia nunca será
crucial para el correcto avance de nuestra Historia.
Por eso mismo yo me he inventado un pequeño juego que me
mantiene lejos tanto de la mediocridad como de los trastornos. Simplemente he
tomado las ideas claves del multiverso, esa teoría que asegura la existencia de
realidades paralelas, y he unificado todas las variables que han podido suceder
en el día a día.
En más sencillo de lo que parece. Un caso práctico lo
aclarará mejor. Supón que vas por la calle en dirección a la tienda de
informática. Una vez regresas a casa y enciendes la televisión, los
informativos te revelan que una explosión ha ocurrido escasas horas atrás cerca
de donde vives. Sabes que, si hubieras tomado otro camino para llegar a la
tienda, muy posiblemente la explosión te habría alcanzado y habrías muerto.
¿Qué te parece si te digo que relativamente sí has muerto?
Verás, aplicando la teoría ya mencionada, la probabilidad de que en una
realidad paralela tu “yo paralelo” –o como yo les llamo: clones– haya cruzado
esa calle y haya perecido por esa detonación es muy elevada, por no decir cien
por ciento segura.
Puede parecer estúpido, pero míralo de esta forma. Con este
juego cada decisión importante se vuelve más peliaguda. Cada vez que tropieces
y recuperes el equilibrio sabrás que un clon tuyo cayó. Cada vez que un coche
haya estado a pocos centímetros de atropellarte serás consciente de que un clon
murió. Cada vez que camines por las calles bajo una estruendosa tormenta te
lamentarás por la electrocución de tus clones menos dichosos. En definitiva, lo
que consigues con esto es una serie de beneficios psicológicos que pueden
mejorar tu autoestima, tales como sentirte con fortuna por no haber corrido la
misma suerte que un clon; percatarte de que tu vida tiene algo de especial,
aunque sólo tú lo sepas; o hacer amena hasta la situación más aburrida.
No pierdes nada por probarlo un día. Te lo recomiendo. Además, es bastante útil para esos momentos en los que quieres que el tiempo avance
rápido. Y, si tienes suficiente potencial imaginativo, el entretenimiento puede
aumentar con creces. A mí me pasa, es simplemente sensacional visualizar a tus
clones y verles sufrir los destinos que tú evitaste por tu magnífica
perspicacia y tus espléndidos reflejos.
Aunque claro, el juego deja de ser divertido cuando la que
muere encerrada en un coche que se precipita por un barranco no es una de mis
clones, sino una servidora.
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