Noticias desde la Oscuridad

06-07-2015
Cardiofagia está concluido.

13-07-2015

22-07-2015

28-07-2015

09-08-2015

03-09-2015

22-09-2015
Suerte está concluido.

28-09-2015

Lamento del día

Mientras que yo soy un ciego que ha aceptado su propia invidencia, tú eres uno que aún cree que simplemente tiene una venda tapándole los ojos.

jueves, 27 de febrero de 2014

Microdemencia: Arritmia

No sé si era por la batería del reproductor de música, por un episodio acúfeno o por un fallo a la hora de descargar la canción alterándose parte de la melodía. Fuera como fuera es tarde para arreglarlo, ya he puesto rumbo al Instituto, así que he de conformarme con esta calidad.

Puedo ignorar la canción e ir escuchando otra, pero, siempre que conozco un tema musical nuevo, hago una especie de rito: durante un día entero, no importa dónde; en el ordenador, en la cadena de música, en el móvil o en el mp4; no escucho otra canción que no sea esa. Normalmente esto acaba mal y termino por odiarla, y a partir de ahí permanece en el principio de un listado cuyas canciones ya ignoro, también bautizado por un servidor como Lista de Reproducción de la Música Olvidada.

No obstante, me parece que tendré que estar mañana también con esta tradición, ya que algo no va bien. A mitad de la reproducción el sonido se distorsiona y varios susurros inentendibles escupen gritos e improperios macabros. Me hace gracia, es como esos vídeos de leyendas urbanas en las que un sonido infiltrado te suscita a cometer asesinatos o, más comúnmente, el suicidio.

Una lástima que esto sea el mundo real y lo único que cause esa anomalía sea incordio. Aunque seguramente sirva de entretenimiento durante la hora del bocadillo.

La sirena suena. Llego justo a tiempo. Me siento en mi pupitre y trato de atender a las clases mientras lucho contra mi cerebro, el cual se ve que no tiene otra cosa mejor que hacer que rememorar esos murmullos de antes. Aunque puedo sacar un beneficio de esto. Con las reiteradas rememoraciones, de entre todo el mensaje logro destacar dos líneas que con total certeza dicen lo siguiente:

Soledad… Sin nadie… No te salvarás…”

“La oscuridad te rodea… Tu luz se consume…”

Bonitas frases, muy esperanzadoras. Nota a mí: no volver a descargarme canciones desde un servidor externo. Claramente quien administrara el servidor modificó la canción antes de subirla a la nube de datos para asustar a quienes la descargaran. Aunque ingenioso, es patético.

El zumbido de la sirena retumba nuevamente. Es la cuarta vez. Hora de salir a estirar las piernas. Reúno a mis amigos y, uno a uno, les voy poniendo los auriculares para que escuchen la canción. Sin embargo, cuando ya todos la han oído, ninguno sabe qué decir. Increíblemente para mí, ellos no han percibido nada extraño, ningún susurro ni grito, sólo melodía.

Frunzo el ceño, ¿se habrá arreglado por sí sólo el error? Escucho la canción. Empiezo a inquietarme un poco. Yo sí que recibo esos mensajes, ahora levemente perturbadores. Con desconcierto, quiebro la regla del Instituto de no reproducir música mediante altavoces. Conecto un pequeño dispositivo que guardo en mi mochila al reproductor para que todos escuchemos la canción a la vez. En el caso de que me estén engañando seré capaz de detectar cualquier movimiento de sus musculaturas faciales. Pero no sé qué me alteraría más, el saber que se están burlando de mí o el ser de verdad la única persona que distingue los susurros.

Desgraciadamente para mí, y, muy probablemente, afortunadamente para ellos, la segunda opción fue la que se ha cumplido. Sólo yo oigo esas voces…

¡Se acabó! Esto requiere medidas extremas. Finjo encontrarme con un enorme dolor de barriga. A los diez minutos viene mi madre en coche y me lleva a casa. Espero a que sean las 12:30 para que se vaya a trabajar y así quedarme solamente yo en el hogar.

Una vez se despide de mí, rápidamente me descargo de otro lugar la misma canción. La introduzco en el reproductor de música y la escucho. No puede ser… ahí están otra vez… Necesito calmarme… espero que algo de E.S. Posthumus me ayude.

Sin embargo, esos murmullos trascienden a algo más que una sola canción… Se hallan en todas, y siempre aparecen a mitad de la reproducción. Comienzo a tener algo de miedo. ¿Y si los mensajes son de verdad? ¿Es paranoia, es demencia, es pura realidad? ¿Conviviré con ellos hasta que me muera? ¿Me dejarán en paz? Tantas preguntas y yo con una sola respuesta…

Que alguien me ayude, que sus voces cesen ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario