Noticias desde la Oscuridad

06-07-2015
Cardiofagia está concluido.

13-07-2015

22-07-2015

28-07-2015

09-08-2015

03-09-2015

22-09-2015
Suerte está concluido.

28-09-2015

Lamento del día

Mientras que yo soy un ciego que ha aceptado su propia invidencia, tú eres uno que aún cree que simplemente tiene una venda tapándole los ojos.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Microdemencia: Tinte

No podía creérmelo aún. Después de cientos de decepciones buscando alguna entrada disponible para una de sus magníficas exposiciones, finalmente logré hacerme con un ticket que me permitía el acceso. Llegó el momento de ver en persona a El Ilustre Veri.

Adoro todo de él, su forma de pensar, su actitud, su indumentaria y, por supuesto, el sentimiento que plasma en cada lienzo que toca. Mirar uno de sus cuadros es como pasar a través de una ventana a un mundo donde lo irreal se vuelve bello, donde lo abstracto puede tocarse con las yemas de los dedos. Sabe dibujar la tristeza, el amor, la euforia; no hay emoción que él no sepa transferir en sus pinturas. Es… perfecto.

Necesitaba verle. En veinte minutos haría acto de presencia. Mientras tanto, me deleitaría con su arte. Ansiaba que ese momento llegase con todo mi ser. Algunos lo llamarán fanatismo, yo lo llamo pasión.

Me era imposible evitar mirar el reloj de mi muñeca. Los segundos eran eternos. Después de tantos años esperando, cuanto más se acercaba ese instante más se enlentecía el tiempo. Mi entusiasmo se volvía incontrolable. Sólo cinco minutos más…

-Señoras y señores, tengo el grandioso honor de ser la persona que presente al inigualable y talentoso… ¡Veri! ¡El Ilustre Veri!

Conseguí deslizarme entre la muchedumbre y alcanzar la primera fila. Allí estaba él, con sus ojos negro azabache y su sonrisa blanca como la nieve.  Traté de llamar su atención, alzaba mis brazos y gritaba con todas mis fuerzas su nombre. Sólo una palabra, un simple vocablo dirigido a mí, proveniente de sus labios, y podría descansar en paz.

Y ocurrió. Parecía un sueño, pero estaba sucediendo de verdad. Me miró durante unos breves segundos para luego subirme al escenario junto a él y susurrarme al oído “Cuando acabe esta parafernalia, sígueme y te haré eterna".

Me quedé sin habla, me comportaba como una estúpida. Lo que acababa de pasar era propio de una fantasía, no de la vida real. Me sentía tan afortunada en ese momento, ¿a dónde me llevaría? La intriga me estaba matando.

La exposición terminó y Veri me esperaba apoyado en una pared. Mi cuerpo temblaba, instaba a mis piernas a moverse, pero no respondían. Con lentitud fui aproximándome a él, el destello de su perfecta dentición me abrumaba.

-¿Hacia dónde vamos?

-He visto que tu hermosura sobrepasa mágicamente los umbrales canónicos. Eres un todo perfecto que no debe ser mancillado por el tiempo. Por ello, quiero que bajes conmigo a mi taller de trabajo. Tu belleza se volverá infinita, como el número de latidos que produce mi corazón al contemplarte.

Tuve que pellizcarme fuertemente en la mejilla. ¿Cuántas personas en este mundo consiguen ver en directo a sus ídolos y, más aún, entablar conversación con ellos? Se cuentan con los dedos de una mano. Y ahora yo me uno a ese selecto grupo.

Una vez dentro de su taller lo primero que vi fue una gran cantidad de lienzos, muchos sin pintura alguna. También había varios estantes con unos cuantos botes llenos de pinturas de diferentes colores, siendo el predominante el rojo.

-Una cosa, Veri –me atreví a preguntar–. ¿Cómo preparas tus pinturas? Es decir, les pones un poco de agua, empleas sólo colores primarios y luego los mezclas, añades óleo…

-El material que uso yo, antes de ser tratado, se encuentra en la naturaleza de color rojo. Una vez lo introduzco en tarros aislantes, lo mezclo con pigmentos para que adquiera cualquier tonalidad de la gama cromática.

-Oh, eso es…

-Es un material bastante difícil de conseguir, ¿sabes? No puedo obtener mucho de golpe porque fuera de su fuente pierde sus mejores propiedades. Además, es tan exótico su uso en la pintura que cada día me es más complicado conseguirlo. Sin embargo, con la fama que adquiero gracias a estas insulsas exposiciones, mis depósitos de… pintura… aumentan considerablemente.

-Veri… ¿cómo has dicho que se llama esa pintura especial que mencionas?

-Sangre. Sangre humana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario