Microdemencia: Mecatrónica

-Dime, ama, ¿cómo es eso? –preguntó con notable curiosidad el Archirobot X-R Doméstico–.

-¿A qué te refieres con eso?

-Ya sabe, a la mayor droga que existe en los de vuestra especie. Lo denomináis amor.

-Oh… Tengo que serte sincera. Me resulta increíble que un robot se interese por eso. Siempre nos han dicho que no estáis programados, ni siquiera, para sentiros atraídos por los enigmas de los sentimientos humanos.

-Si quiere, puedo eliminar de mi base de datos todos los archivos recogidos acerca de ello.

-No, no. No es necesario, estaré encantada de contestar a tus dudas.

-Muy bien. Analizando datos y estructurando hipótesis biológicas. Espere un segundo. Descarga completada. Recepción activada. Iniciando protocolo relicario… ¿Cuándo fue la primera vez que se enamoró?

-Fue hace bastante tiempo. Tenía siete años. Me enamoré desde el primer momento de un niño de mi clase, recuerdo que se llamaba Felipe.

-¿Fue este amor correspondido?

-Me temo que no. Pero no es habitual que el primero de tu vida sea correspondido. No te preocupes por eso.

-Entiendo. ¿Y la primera vez que el amor fue recíproco cuándo fue?

-Concretamente cinco años después. Era un chico bastante mono que era dos años mayor que yo.

-¿Es su pareja actual?

-No. De hecho, ni me acuerdo de su nombre, y eso que en su época estaba coladita por él… Actualmente estoy soltera.

-Datos recibidos. Iniciando cuestionario holístico. Espere un segundo… ¿Qué le parece el amor en general?

-Es una pregunta bastante ambigua. Veamos… Para mí es la forma perfecta de interactuar con el resto de personas. No sólo el amor de pareja, también está el amor hacia tu padre, madre, hijos, hijas, hermanos, hermanas, amistades, etc. Es el cariño, el afecto, la amistad, la confianza… Es un compendio de sentimientos que desembocan en el bienestar propio y el de la otra persona. Es una forma de conveniencia hacia la persona allegada sin ningún tipo de interés individual o dañino, sino que sirve más bien para compartir con todos los que te rodean la luz que se alberga dentro de ti. Y, cuando este cariño lo aceptan y ellos ten envían el suyo, se crea un entrelazado de amor mutuo que actúa como la poción rejuvenecedora y fortalecedora más potente que jamás haya existido. Es, en resumidas cuentas, como tú has dicho, una droga, una serie de reacciones químicas que activamos en los demás y que los demás activan en nosotros para así ayudarnos a evitar caer en los mil y un hoyos de tristeza que nos vayamos encontrando a lo largo de nuestras vidas.

-Procesando. Espere… Resulta fascinante que seáis capaces de lidiar con algo tan complejo. Ni mis circuitos internos se han basado en teorías robóticas tan complicadas.

-Sí, es uno de esos misterios de la vida que todos conocemos y sabemos definir medianamente bien, pero nadie aún ha dado con la verdad exacta.

-¿Puedo pedirle un favor?

-Adelante.

-¿Podría enseñarme a realizar alguna acción en la que esté implicado el amor?

-Por supuesto, sin ningún problema. Lo primero que se me viene a la mente como ejemplo es un abrazo.

-He oído de eso. Consiste en una interactuación entre dos cuerpos. Cada uno rodea con sus apéndices superiores el torso del otro, ¿estoy equivocado?

-Nunca había oído una definición semejante, pero sí, en esencia es eso.

-De acuerdo. Un momento. Descargando vademécum informativo de relaciones humanas. Sección: Contacto físico. Iniciando… Estoy listo.

-Está bien. Intenta darme un abrazo. Te aseguro que, aunque sea un gesto tan simple, sirve como un gran calmante en las situaciones angustiosas.

El Archirobot se aproximó a la mujer y la rodeó con sus brazos.

-¿Así está bien?

-Ugh, no… demasiado fuerte, espera un segundo.

-¿Así, lo hago bien, ama?

-Te he dicho que pares, me haces daño.

-¿No es de su agrado? ¿Quizá con más énfasis quede más confortada?

-¡Para… duele… me… asfixias!

Sus gritos fueron en vano. Cuanto más se alteraba, el Archirobot más se preocupaba y pensaba que debía aplicar más afecto, o en otras palabras, más fuerza a los pistones de sus brazos. El círculo vicioso término con el sonido de una fractura costal masiva y su posterior hemorragia interna.

X-R Doméstico vio partirse en dos a su ama. No comprendía qué había hecho mal. Se encogió de hombros y recogió sus dos mitades metiéndolas en una gran bolsa negra. Observó el estropicio del suelo, causado por la sangre, y activó su modo de aspiración de líquidos.

-Mi nombre es Archirobot X-R Doméstico, mi especialidad es acabar con cualquier suciedad. No importa cuánto resista, al final acaba desapareciendo.